Las soluciones de autoconsumo a través de placas fotovoltaicas son la única manera de abaratar los costes

La escalada de precios de la energía no cesa, algo que incide de manera directa a las explotaciones de riego de toda Andalucía.
De hecho, según los datos esgrimidos por la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) en la jornada «El regadío frente al sector eléctrico, ¿Cómo afrontar la compra de energía frente a la crisis energética actual?», el precio facturado por las comercializadoras de energía eléctrica ha subido entre el 400% y el 490% en los últimos tres años.

«Los regantes están pagando cinco y seis veces más por su electricidad, lo que está provocando que muchas explotaciones se vean abocadas a cambios del modelo productivo e, incluso, abandono del regadío», detallan desde Feragua.

Según sus datos, el precio medio de la energía en 2022 ha sido de 235 €/Mwh (incluyendo el mecanismo del tope del gas) frente a un coste medio en 2020 de 45 €/Mwh, lo que supone quintuplicar el coste eléctrico.

Por ello, desde la asociación son claros en su recomendación a las comunidades de regantes: la única solución para intentar que la caída en la crisis energética sea más honda y evitar las que sucedan en un futuro, es la transición energética al autoconsumo eléctrico.

Más de un millón de hectáreas

Cabe recordar que la superficie de riego en Andalucía engloba 1.100.000 hectáreas, el 25% de la Superficie Agrícola Utilizada (SAU), y representa casi el 30% del regadío total nacional) y representa un 67% de la Renta Agraria. Además, general el 54% del empleo agrario en la región y aporta más de 6.500 millones de euros.

Gran parte del esfuerzo inversor de las últimas décadas se ha centrado en modernizar los regadíos para ahorrar agua, siendo el regadío eficiente, fundamentalmente por goteo, hasta un 80%de la superficie regable andaluza. No obstante, en muchas ocasiones este sistema conlleva un sobrecoste energético que, para las comunidades que aún no han implementado energías renovables, puede resultar imposible de asumir.

Por ello, según destaca el presidente de los regantes andaluces, José Manuel Cepeda, la inversión en energías renovables y la construcción de plantas solares conectadas a la red que permitan el autoconsumo y la venta de la energía excedente en épocas de baja demanda «es la alternativa a la que se ven abocadas todas las comunidades de regantes».

Iniciativas en marcha

Uno de los grandes ejemplos de esta nueva «era» del regadío es la comunidad del Valle Inferior del Guadalquivir, que tiene operativa desde 2019 la mayor planta solar de todo el regadío español. De hecho, según los últimos datos de esta comunidad de regantes, han conseguido que el 58,87% de la energía consumida entre enero y agosto de 2022 haya tenido como origen su planta solar. «Hemos conseguido reducir la compra de la red en un 6% a favor del autoconsumo», explican.Además, de la energía generada por su planta solar, casi el 67% fue vertida a la red y el resto, un 33% se ha autoconsumido.

En Huelva, destacan las comunidades de regantes El Fresno y El Fresno Guadalquivir , cuyo parque fotovoltaico está previsto que empiece a funcionar en 2023. Estará formado por dos proyectos, uno de ellos de 1.700 kW y que se encuentra en fase más inicial, y otro de 1.000 kW. Ambas se sumarán a otras tres plantas solares, de menor tamaño, que la comunidad tiene ya en marcha.

Otro ejemplo es la Comunidad de Regantes Bembézar Margen Derecha, que tiene un parque solar de 5,2 Mw (con una inversión de casi 3,6 millones de euros) y que, según detalla Cepeda, «lleva más de ocho meses pendiente de las autorizaciones correspondientes para poder verter sus excedentes a la red cuando están fuera de campaña».

Trámites lentos

Precisamente esta es una de las principales demandas de los regantes andaluces: que se agilicen todos los trámites de autorización de vertido a la red de las comunidades de regantes, un asunto para el que piden una solución a Redeia (Red Eléctrica Española) y Endesa.

«Si no se agiliza el vertido a la red, se limita muchísimo la rentabilidad de la inversión y, por tanto, el tiempo de amortización de las plantas solares», aseguran desde Feragua. Y no solo piden agilidad administrativa los regantes. También las empresas del sector demandan «de manera urgente» un cauce más rápido para este tipo de instalaciones.

Contratos a medio plazo

No obstante, como no toda la energía puede proceder de la fuente fotovoltaica y es inevitable que cierto porcentaje provenga de la red eléctrica, desde Feragua y Lumos Consultores, que participó en el encuentro celebrado en la Fundación Caja Rural del Sur, recomiendan la posibilidad de contratar con las comercializadoras eléctricas suministros a medio plazo (entre 3 y 5 años), para aplanar la curva del coste eléctrico actual, «con precios nunca vistos en Europa». También hay que contemplar la posibilidad de los acuerdos a largo plazo, los llamados PPA, (en torno a 10 años), aunque es más difícil que se ofrezcan al regadío por su carácter estacional y las dificultades para asegurar la operación en el mercado financiero.

En conclusión, la asociación de regantes recomienda a las comunidades que estudien todas las opciones posibles, y ha pedido a las comercializadoras que revisen sus ofertas y las adapten para el regadío, apostando especialmente por los contratos a medio plazo que permitan aplanar los altísimos precios actuales (del orden de 300-400 €/Mwh).